La Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Clínico San Carlos, órgano de gestión del Instituto de Investigación Sanitaria San Carlos (IdISSC), continúa impulsando de manera decidida la actividad investigadora mediante la publicación de la resolución provisional del Plan de Retorno para Proyectos de Investigación 2025.

Esta convocatoria, enmarcada en el III Programa de Investigación, Divulgación e Innovación Sanitaria San Carlos, ejemplifica el compromiso de la Fundación con una gestión eficiente y responsable de los recursos, reinvirtiendo los overheads y remanentes generados por la actividad investigadora en nuevas oportunidades para fortalecer y hacer crecer los grupos del IdISSC.

Con una dotación total de 650.000 euros, el Plan de Retorno tiene como objetivos atraer y promover la actividad investigadora en el Instituto, contribuir a la dotación estructural de los grupos y reforzar las líneas de investigación ya consolidadas. Los proyectos financiados podrán tener una duración máxima de tres años y contemplan gastos de personal, servicios y material fungible, adaptándose a las necesidades reales de la investigación biomédica.

El sistema de evaluación del Plan de Retorno se basa en una política de reinversión aprobada en 2013, que reconoce tanto la capacidad de los grupos para generar recursos como su producción científica. En concreto, se tienen en cuenta los ingresos obtenidos en 2024, incluidos los overheads, así como la calidad y el impacto de las publicaciones científicas correctamente filiadas al IdISSC, reforzando así una cultura de excelencia, transparencia y correcta identificación institucional.

Además, la convocatoria fomenta la colaboración entre grupos, permitiendo asociaciones cuando no se alcance la financiación mínima individual, lo que favorece sinergias y un uso más eficiente de los recursos disponibles.

Con este Plan de Retorno, la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Clínico San Carlos consolida su papel como agente clave en la protección, sostenimiento y crecimiento de la investigación, garantizando que los recursos generados por la propia actividad científica reviertan directamente en el sistema investigador, en beneficio de los profesionales y, en última instancia, de la salud de la ciudadanía.